
A pesar de haber pasado ochenta años de las primeras discrepancias, desaparecido el contextó histórico que las dio aparición, la polémica entre estos dos revolucionarios continua. En unos días pasaremos a analizarla sucintamente desde sus obras mas conocidas: Los fundamentos del leninismo de Stalin y la revolución permanente de Trotsky. Tendrá dos finalidades
-Eliminar todo maniqueísmo de la figura de Stalin: no presentarlo ni como un dios ni como un ogro.
-Desvincular a Trotsky de sus ''seguidores'' más acérrimos (trotskistas), asi como evitar tanto mortificarlo, no llamándolo contrarrevolucionario como encumbrarlo, exponiendo sus múltiples errores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario