"No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante."
  • Ernesto Che Guevara

domingo, 22 de septiembre de 2013

Hechos sobre la “primavera árabe” y la política intervencionista estadounidense




-John Robert Bolton, embajador estadounidense de la ONU entre 2005 y 2006, amplió la lista del “eje del mal” planteada por George Bush a países como Libia y Siria. La lista, que ya incluía Irak e Irán, supone una auténtica profecía sobre los objetivos de Estados Unidos en política internacional, y sorprende que de los países incluidos, uno fuera invadido bajo la acusación de poseer armas de destrucción masiva y en otros dos se produjeran sendas rebeliones civiles.

-El senador republicano John McCain dirige desde 1993 el “instituto Internacional Republicano” (IRI). Según su página web los fines de esa fundación son: «En primer lugar el IRI trabaja en países importantes para los intereses de Estados Unidos en los que podemos marcar la diferencia» «En segundo lugar, el IRI se centra en tres tareas: ayudar a que los partidos políticos aumenten su atractivo, asegurando que gobiernen con justicia una vez elegidos y ayuden a la sociedad civil a garantizar el buen gobierno»«En tercer lugar, el IRI puede ayudar a catalizarlos esfuerzos de los activistas democráticos en un país –siempre y cuando quieran un cambio más de lo que lo queremos para ello. No podemos implantar la democracia.

-El IRI recibe financiación del Departamento de Estado de Estados Unidos (el equivalente al ministerio de exteriores) y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), agencia dependiente del Departamento de Estado para el desarrollo que «desarrolla los mercados del futuro, los receptores de ayuda se han convertido en importantes socios comerciales y son los mercados de mayor crecimiento para los productos estadounidenses».

-Una filtración de Wikileaks de documentos diplomáticos de 2006 reveló la estrategia de la USAID para derrocar al gobierno de Hugo Chávez que se basaba en «1) Fortalecer las instituciones democráticas 2) Penetrar en la base política de Chávez 3) Dividir el chavismo 4) Proteger los negocios vitales de EEUU; y 5) Aislar a Chávez internacionalmente» 

-John McCain visitó en abril de 2011 Libia en apoyo a los rebeldes. Tras el asesinato de Gadafi dijo «Ahora el pueblo libio puede concentrar todo su inmenso talento en el fortalecimiento de su unidad nacional, la reconstrucción de su país y su economía, en continuar con su transición a la democracia, y salvaguardando la dignidad y los derechos humanos de todos los libios» «Estados unidos, junto con nuestros aliados y los socios árabes, debemos ahora profundizar nuestro apoyo al pueblo libio, cuando trabajan para la siguiente fase de su revolución democrática, tan exitosa como la lucha para liberar a su país». 

-La reconstrucción de infraestructuras en Libia supone un jugoso pastel para diversas empresas de distintos países. En diciembre de 2012 viajó una delegación española a Libia entre la que se encontraba el ministro de exteriores García-Margallo y el secretario de Estado para infraestructuras, Rafael Catalá, que tenía como objetivo promocionar las empresas españolas y convencer de su aptitud para los trabajos de reconstrucción.
-El senador McCain amenazó usando un lenguaje belicista a Rusia y China: «Sería un poco menos arrogante en el Kremlin con mis camaradas del KGB hoy si yo fuera Vladimir Putin. Yo estaría un poco menos seguro al lado del presidente Hu y unos pocos hombres que gobiernan y deciden el destino de 1300 millones de personas». En un tweet escribió «Estimado Vlad, [Putin] la Primavera Árabe está llegando a tu vecindario».

-En Estados Unidos, al contrario que en otros países donde la financiación de las campañas electorales es pública, la financiación es privada a través de los Comités de Acción Política (PAC). Sólo los comités relacionados con el Partido Republicano invirtieron más de 24 millones de dólares en la campaña electoral de 2012.

-Los diez senadores que apoyaron la intervención militar en Siria en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado recibieron entre 2007 y 2012 un promedio de 72.850 dólares en contribuciones de la industria militar.

-Investigadores de la ONU en mayo de 2013 constataron que los rebeldes sirios habían usado gas sarín; «Fue un uso por parte de la oposición, los rebeldes, y no por parte de las fueras gubernamentales», dijo Carla Ponte, fiscal en los tribunales penales internacionales para Yugoslavia y Ruanda. El hecho es que Al Assad fue el primero en acusar de ataques químicos, antes que el ejército rebelde.

-Resulta inexplicable cómo de una supuesta represión de manifestantes pacíficos han podido surgir ejércitos tan bien pertrechados como para derrocar al gobierno libio y poner en jaque al ejército sirio.
-En Siria las motivaciones de una parte de los rebeldes son religiosas. El frente Al-Nusra pertenece a Al Qaeda y lucha contra la minoría religiosa dirigente, los alauíes, un grupo islámico tradicionalmente más humilde y más laxo de costumbres, pues las mujeres no llevan velo y no se encuentra entre sus creencias la peregrinación obligatoria a La Meca. Al-Nusra practica limpiezas étnicas contra poblaciones alauíes.  La guerra, que es presentada por los medios como una lucha entre el pueblo ávido de democracia y una dictadura sanguinaria siguiendo una visión etnocentrista, tendría unos tintes de lucha étnica y xenófoba, además de haber sido fabricada con financiación externa con fin de beneficiar a la burguesía occidental, representada en sus intereses por los gobiernos europeos y estadounidense.  
 




Fuentes:

http://www.usaid.gov/what-we-do
http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2002/05/07/100000014988.shtml

jueves, 19 de septiembre de 2013

El imperialismo estadounidense, impunidad y mentira



Recientemente, el embajador especial de Estados Unidos ha dicho que el presidente sirio Bashar al Assad “debe ser juzgado por crímenes de guerra”.  El presidente de Estados Unidos Barack Obama, refiriéndose a la posible intervención en Siria so pretexto del uso de la República Árabe Siria de gas sarín sobre población civil y cuya autoría no ha podido ser demostrada ha definido a Estados Unidos como “el ancla de la seguridad global”, confesando que “la carga del liderazgo puede ser muy pesada, pero el mundo es un lugar mejor porque la hemos sobrellevado”. 




Durante la Guerra de Vietnam entre 1961 y 1971, Estados Unidos roció desde sus aeronaves de manera sistemática el territorio indochino con potentes agentes herbicidas y defoliadores denominados “Agente Naranja”. El uso del Agente Naranja tenía como objetivo deforestar la frondosa selva vietnamita para así descubrir a las tropas enemigas, que se movían con gran desenvoltura por ella usando las tácticas de guerrilla. El resultado fue una importante desertización, la destrucción de millones de hectáreas de cultivo y la muerte de cientos de miles de personas. Las secuelas del vertido de dichos gases aún perduran. Diez mil niños nacen al año con malformaciones derivadas del agente naranja, mientras que muchas personas siguen muriendo de cáncer provocado por dicho agente tóxico.

En 2005 se emitió en la cadena pública italiana Radiotelevisione Italiana (RAI) un documental titulado “Faluya, la matanza escondida”. En él se asegura que durante el asalto a la ciudad iraquí de Faluya en 2004, se usó fósforo blanco, un agente  químico incendiario que provoca quemaduras graves. Según la narración esa sustancia  “quema los cuerpos, los disuelve hasta los huesos, dejando intactas las ropas”. Un ex marine relató así su experiencia: “Vi los cuerpos calcinados de mujeres y niños, el fósforo blanco estalla en forma de nube y quien se encuentra en un radio de 150 metros no puede salvarse”. El diario Washington Post también informó sobre el uso de la sustancia. 

Pero el uso de agentes químicos no es la única violación de derechos humanos de la que se puede acusar a Estados Unidos en los últimos años. El encarcelamiento de cientos de presos en la base de Guantánamo, los cuales llevan una década sin ser sometidos a juicio, con vigilancia constante y aislamiento perpetuo continúa a pesar de las promesas electorales de Obama. Diversos agentes del FBI presentaron en 2004 informes denunciando abusos a los reos en la base estadounidense. Algunas de estas torturas consisten en el ahogamiento, introducción de agua en las vías respiratorias, privación de sueño, interrogatorios de veinte horas diarias durante cincuenta días, etc. 

En el campo de batalla, la administración Obama es pionera en el uso de drones, aviones no tripulados con control remoto que usa en Afganistán, Pakistán y Yemen que se usan en operaciones contra líderes de Al Qaeda pero que suelen provocar un importante número de víctimas civiles.  El Buró de Periodismo de Investigación, una asociación no gubernamental de periodistas ha publicado informes en los que se estima que Obama habría aprobado 312 ataques con drones en Pakistán que habrían causado más de 3.500 muertos entre los cuales la cifra de civiles sería de entre 411 y 844, de ellos 197 niños.

No es cuestión de extenderse, puesto que existen kilómetros de pruebas que acusan a Estados Unidos y a la mayor parte de sus dirigentes de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Pero ninguna nación extranjera ni organismo de arbitraje como la ONU ha impuesto un bloqueo comercial, ni ha impuesto una zona de exclusión aérea (como en el caso de Libia, lo que se acabó demostrando como una excusa para efectuar ataques aéreos indiscriminados, tanto contra objetivos militares como civiles, lo que destruyó al país más próspero del continente africano), ni ha sentado en el banquillo a sus responsables (sí en cambio lo ha hecho contra los líderes de los países afrentados y colonizados, Saddam Hussein, muerto en la horca y Muamar Gadafi, asesinado en un bárbaro bombardeo planeado por el servicio secreto francés). 

La ONU y el Tribunal Penal Internacional no son más que vulgares títeres del decrépito Imperio Estadounidense, que necesita de grotescos montajes y pretextos espurios para satisfacer los intereses de su rapaz industria armamentística e iniciar una aventura bélica mientras su pueblo malvive en parques de caravanas, tiendas de campaña e incluso túneles. Este es el verdadero liderazgo de Estados Unidos, un liderazgo que no se puede cuestionar, los misioneros de una democracia panacea de todos los males cuyo evangelio ha de ser comunicado a todos los gentiles. El Espíritu Santo de la buena nueva del capitalismo neocon  multiplica los panes y los peces a los jilgueros de su canto celestial, los tiburones de Wall Street, los gerifaltes de los Partidos Republicano y Demócrata y los medios de comunicación que se unen a su comparsa, mientras que el pueblo ha de conformarse con las migajas de la bacanal, que no es sino el ser catequizados con su chovinismo, sus ansias de dominación mundial, para que así ellos se sientan parte de ese pueblo elegido, cuando son parte de los excluidos.

FUENTES
http://www.elpuercoespin.com.ar/2013/03/09/drones-obama-y-sus-asesinatos-a-control-remoto-por-david-bollero/

jueves, 11 de abril de 2013

Pablo Iglesias - Socialismo y liberalismo



*La libertad. Madrid, 10-X-1925

Indudablemente, una de las más claras señales de que el Socialismo realiza considerables avances está en el gran descenso que se observa en los reparos y objeciones que se le hacen y en los ataques que se le dirigen. No sólo estos son menos fuertes, sino aquéllos menos insistentes y más cortos en número.
¡Qué diferencia de ayer a hoy!

Sin embargo, aunque el número de los que impugnaban el Socialismo ha disminuido bastante y no se oyen tantas atrocidades como antes se lanzaban contra él, todavía los que las profieren constituyen cifra alta.
Sí; todavía son muchos los que dirigen sus dardos al Socialismo porque <<éste quiere repartir la propiedad, hacer iguales a todos los seres humanos, establecer un régimen social contrario a la libertad>> o realizar otros fines de la misma laya que los que dejamos subrayados.

Ya que no de todos, vamos a hacernos cargo del que atribuye al Socialismo un carácter liberticida.
Quienes sostienen que el Socialismo es contrario al liberalismo –pues no otra cosa quieren decir los que afirman que establecido aquél carecerían los hombres de libertad-, o tienen del liberalismo una idea muy especial o desconocen los propósitos que persigue el Socialismo.

¿Se entiende por hombre libre el que esté sometido a otro o a otros por la fuerza material? ¿El que no tiene más remedio que vender su fuerza de trabajo a los que son dueños de los medios de producción? ¿El que, precisamente por ser asalariado, mientras enriquece a los que lo explotan, vive en la miseria o en la escasez? ¿El que, sumido en la ignorancia por el despojo que sufre en el fruto de su trabajo, es burlado, 

menospreciado o convertido en lacayo o esbirro del mismo que le despoja? ¿O la obrera, que además de experimentar el vasallaje del varón, explotada inhumanamente por el patrono, ofendida por los hijos de éste o por los encargados y despreciada por la sociedad si la miseria la arrastra a la vorágine de la prostitución? ¿O el niño, a quien en vez de darle salud, recreo e instrucción convierte el régimen burgués en máquina de beneficios y los expone a sucumbir por las peligrosas funciones en que le emplea?

Para los que juzguen que son libres los seres humanos que se encuentran en la situación expuesta, su aserto de que el Socialismo es contrario al liberalismo es exacto, y contra ese liberalismo, a acabar con él, va el Socialismo. 

Pero si, como creen cuantos piensan rectamente, el liberalismo no es eso, sino el que no haya ningún ser racional explotado por otro, ni dependiente de la voluntad de otro, ni sometido por su ignorancia y su ineducación (padecidas sin culpa por él) al instruido o al educado, ni expuesto jamás, cualesquiera que sean los accidentes de su vida, a que nadie le sojuzgue o coarte en lo más mínimo su pensamiento o su acción; en una palabra, si el liberalismo lo constituye aquel estado en que todos sean dueños de sus pensamientos y de sus acciones, sin que en nada cohíban éstos a los demás, el Socialismo, lejos de ir contra él, lejos de serle adverso, trabaja y lucha por su implantación efectiva. 

La conquista del Poder político por el proletariado –uno de los propósitos del Socialismo-, ¿a qué se encamina? A que la clase hoy explotada, que es la que ha de poner fin a los privilegios de la burguesía o clase explotadora, acabe con ellos para que cesen las desigualdades sociales que en la presente sociedad existen.

La socialización de los medios de producción y la distribución –otra de las principales aspiraciones del Socialismo-, ¿a qué finalidad responde? A la de que, desapareciendo la apropiación privada de dichos medios, cese el despojo que del fruto de su trabajo se comete ahora con todos cuantos constituyen la masa asalariada y con muchos que trabajan en el campo como colonos.

La abolición de las clases sociales –consecuencia de las aspiraciones acabadas de señalar e idea suprema del Socialismo-, ¿qué alcance tiene? El de suprimir los antagonismos económicos, matar de raíz toda causa de esclavitud y dominio, extirpar las guerras, que nos convierten en fieras y consumen inmensas riquezas, y hacer que los seres humanos formen una sola familia donde todos miren por todos y la paz y el amor sean una verdad. 

¿Y a quien esto aspira puede decírsele, ni con asomo de razón, que es contrario al liberalismo? Es más: ¿puede haber libertad mientras haya masas ignorantes, ineducadas, hambrientas, enfermizas, respirando ambientes de picardía y criminalidad? ¿Pueden ser libres todos los hombres en tanto unos vivan en suntuosos e higiénicos palacios y otros habiten en inmundas zahúrdas?

Ni al Socialismo puede acusársele fundadamente de ser contrario al liberalismo ni el régimen actual, de expoliación y de intereses inarmónicos, cabe que tenga vida plena el liberalismo.

Y aun de la vida que tiene hoy, más de forma que de esencia, y aun de las partículas de libertad que gozan hoy los ciudadanos (no todos), una buena cantidad se debe al Socialismo, que no deja de ejercitar su acción para obtener leyes y medidas que hagan menos dura la supeditación del proletariado a la clase burguesa.
Consecuente con su carácter eminentemente liberal, el Socialismo proseguirá su labor para alcanzar el mayor grado de liberalismo posible en la sociedad burguesa; pero sus esfuerzos principales, sus mayores impulsos los encaminará a acabar con ella, a vencer totalmente al bando capitalista, porque sólo vencido éste y realizada la transformación que el Socialismo predica será una verdad el liberalismo íntegro.