
Durante el último año, hemos sido testigos de numerosos sucesos nefastos para el movimiento obrero, desde la criminalización en Polonia, el mencionado en este blog intento de acoplar en el diccionario de la RAE ''totalitario'' al vocablo comunista (ya lo decía Franco, el comunismo es la guerra), la progresiva privatización de la sanidad en la comunidad de Madrid, los conciertos en el bachillerato hasta la entrada en vigor del Plan Bolonia en las universidades, despropósitos que sólo pueden traer más desgracia y desigualdad.
Pero no todo ha sido malo este año: cabe espacio para el optimismo.
La creación de la revista comunista internacional, la agitación prerrevolucionaria en Nepal, la reunión de los partidos comunistas en Rusia y el congreso internacional de partidos comunistas en India, pese a que algunos partidos participantes sean poco revolucionarios hace de nuevo avivar la llama del comunismo en el mundo que se apagó justo hace veinte años, gracias a personajes tan repudiables como Gorvachov y Lech Walesa.
El objetivo ahora es mantener el espíritu y conciencia comunistas, así como las consignas revolucionarias sin detenernos a embelesarnos por corrientes reformistas que no albergan nada nuevo y que esconden la obstrucción de la revolución.
Por el comunismo ahora y siempre. Feliz 2010
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